Te quiero morder la ceja

Después de conocer y separarte de lo que pudo ser el amor de tu vida que te destrozó el corazón y pisoteó lo que podía llegar a quedar de esperanza en el amor, después de ver todas las series de netflix, hasta los 84 capítulos de Pablo Escobar , cuando tu depresión te lleva a ir al shopping con el Ahora 12 y comprarte una tele HD , smart, de esas que solo le falta que le salga una voz tipo Siri y te diga : "vos seguí comiendo helado gorda, que cuando quieras salir de tu cuarto no vas a pasar por la puerta"... Cuando ya adelgazaste por qué la angustia te cerro el estomago y te da paja cocinar , y ya no tenes más amigas para contarle el drama de tu vida por qué se aburrieron de escucharte.
Pasó un mes.
30 días contados para decir ok, me cambio el pijama, y un poco de tapa ojeras para salir a la calle . Cambia un poco la perspectiva y la auto exigencia empieza a carcomerme la cabeza. Yo no voy a seguir llorando por un pelotudo.

Y ahí cometo mi primer error de soltera que no quiere ser soltera. 

Saludo al primer boludo que siempre te manda mensajes por Facebook, triste intento por levantar mi autoestima. El señor me dice si esta vez le voy a aceptar ir a comer y le digo ok. Vamos. (Segundo error)

*Post aparte va a ser el denominado Voldemort a.k.a ultimo ex novio, pero cabe destacar que dejó la vara muy alta. Por ende los pobres hombres que vinieron y vendrás después sufrirán las consecuencias. 

Volviendo al cuento. Este señor, arquitecto, 2 hijos, cara de simpático me pasa a buscar por mi casa y vamos a un lugar canchero por Martinez sobre el río . 

Ni bien llegamos me dice de ir a fumar al río unas secas, lo acompaño. Me hago la que fumo, ( la última vez que fume con un desconocido termine alucinando que el pibe tenía la boca de un tiburón y le dije en la cara que me estaba aburriendo y me quería ir), con este señor trate de obviar la situación incómoda . 

El señor fuma, y acto seguido vamos a la mesa.
Me cuenta de su vida, que dejó la arquitectura, que ahora se dedica al arte, saca su Smartphone y me muestra a sus hijos, su "arte". Mucho yo, yo y yo. Me percato que no me hace ni una pregunta de mi existencia, y sigue, muy yóico el, con sus cuentos.
 Entre cuento y cuento me dice que encontró por el bajo de san isidro unos chicos copados que hacen huertas orgánicas en una loma frente al campo de deportes del san andres, ( hippies con Osde claramente) Me tildó de mentalidad cerrada por decirle que esos chicos que hacían huertas en una propiedad multimillonaria claramente no alquilaban, y seguramente fueran los hijos de los propietarios que no tenían ganas de trabajar. Sigue el con el cuento, de que subio a conocer la casa y había otros chicos haciendo jugos y helados artesanales, que él no come helado, por que le da GASES. Si si, como leíste, en una primer cita me contó que comer helado le da pedos, y me dice que cuando yo llegue a los 40 seguramente también tenga intolerancia a algunas comidas. Una imagen hermosa.

Cuando realmente el cuento se ponía mas y mas ridículo y este espécimen estaba lejísimo de lograr interesarme en lo mas mínimo, empieza a hablar de mi belleza. De que yo era bella. Del concepto de belleza, Bla Bla Bla. y en eso, de la nada, como si me estuviese ofreciendo mas cerveza me dice:

TE QUIERO MORDER LA CEJA

No, no perviertan el comentario. Miren que le encuentro doble sentido a absolutamente todo. Pero esto fue literal. El chabón pasándola bomba con el cannabis rugiendo en todo su cuerpo quería atacarme a lo Hannibal Lecter y morderme la ceja. 

Como volver de esa situación? Dios solo sabe. Tuve tal bloqueo mental después de eso que no se si la salida duró 5 minutos más o 2 horas.  Realmente no recuerdo el paso del tiempo

Lo positivo es que no llamó más. 

Dos meses después me lo encuentro en un boliche y me dice: te quiero pedir perdón por la salida, me quede muy traumado y me dio vergüenza llamarte. 

Le contesto: por repetir 45 veces que era Bella? por decirme que el helado te da pedos? o por querer morderme la ceja? 

y el señor contesta: no, por que tenia las uñas sucias, sigo con ganas de morderte. 

Adios para siempre. 

Vuelvo a casa, prendo la tele, abrazo la almohada, lloro y hago dos promesas:

1. No salir con más nadie hasta superar a Voldemort

2. Si rompo la promesa 1, asegurarme de averiguar que no sea Pelotudo

No cumpli ninguna..